El juicio por el triple asesinato de Ciutat Vella ha afrontado este martes la segunda sesión con los vecinos, mossos y bomberos que vivieron aquel trágico día. La mayoría ha identificado a Jon Musetescu como la persona que vieron huir de un edificio y entrar en un frenesí de violencia que cobró la vida de tres personas. Haberlo identificado es un dato relevante para las acusaciones ya que niega ser el autor de los hechos. Musetescu, quien, se recuerda, fue arrestado con un cuchillo en la mano después de matar a su tercera víctima, enfrenta un juicio que sugiere que fue confundido con el verdadero perpetrador. Ni siquiera afirma que padecía una enfermedad mental que lo dejó inconsciente o que estaba borracho o drogado. Solo afirma que no fue él.
Musetescu ha sido identificado “sin ninguna duda” por Guillem M., trabajador del departamento de comunicación del Ayuntamiento de Barcelona. Ha recordado cómo aquel fatídico 20 de enero de 2020, su compañero David Caminada activó el interfono desde la calle pidiendo ayuda. A través de la cámara, Guillem vio a un Caminada gravemente herido con un hombre detrás de él que llevaba un casco semiintegral. “Parecía que estaba agrediendo o forcejeando”. Caminada, quien era trabajadora del ayuntamiento, recibió dos puñaladas en el pecho y terminó muriendo dos días después. El testigo, junto con otros tres compañeros del Consistorio, comenzaron a seguir al agresor por las estrechas calles del Gòtic hasta que finalmente lo alcanzaron en la plaza Sant Jaume. De vez en cuando el agresor se giraba y blandía el cuchillo para asustarlos. Cuando se le preguntó si el hombre que estaba en el suelo con un cuchillo en la mano era el agresor de David Caminada, el testigo respondió sin rodeos. “No tengo ninguna duda de que era la misma persona”. Y ha declarado que no presentaba síntomas de estar bajo los efectos del alcohol ni padecer ninguna enfermedad mental. “Los movimientos de él eran ágiles y coordinados. Me sorprendió cómo movió el cuchillo. Lo hizo de forma muy agresiva. Tenía tres o cuatro personas encima y tenía la capacidad de seguir moviendo el cuchillo”, relató.
El imputado insinúa que fue un despiste y afronta el juicio diciendo que no fue él
También han identificado al imputado como un vecino de la calle Montcada que vio cómo el imputado agredía a punta de cuchillo a un repartidor en moto. “Lo tiró de la moto, lo golpeó y se fue con la moto”. La mujer lo ha descrito como “una persona alta, con una bolsa de basura en la mano”. Musetescu en ese momento huía del incendio y del crimen que él mismo había provocado en la calle Portal Nou, en El Born. Supuestamente había apuñalado 254 veces a un hombre, a quien había asfixiado con una bolsa en la cabeza. Luego, varios vecinos lo vieron caer por el balcón. Desde el tercer piso saltó al segundo. Allí un vecino trató de ayudarlo pero el acusado lo atacó. Fue en ese momento que transeúntes y vecinos sospecharon que aquello se encontraba fuera de lo común. A continuación, el acusado se dirigió a la calle Arc de Sant Vicenç donde mató a una mujer asfixiándola y le robó el reloj y el teléfono móvil. No hubo testigos de este crimen. Y finalmente, se dirigió a la Plaça Sant Jaume donde acabó con la vida del periodista del Ayuntamiento y donde fue detenido. Todavía blandía el cuchillo, pero sigue negando que haya sido él. La fiscalía pide una pena de 95 años de prisión. Las acusaciones, que representan a las familias de los fallecidos, piden prisión permanente revisable.
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