Uno de los habituales, en un once que ya empieza a ser muy reconocible, es el defensa asturiano Miguel Prado, que llega esta temporada procedente del Marino de Luanco y que se ha ganado un puesto fijo en el once. El zaguero reconoce que “las cosas van bien. Vamos como un tiro y ojalá siga así”. Y profundiza un poco más en la buena situación de su equipo: “La pretemporada ya nos decía que las cosas pintaban bien, en la Copa Federación también lo pudimos comprobar y, ahora en Liga, más de lo mismo. Competimos y dominamos en los juegos y cada semana mejoramos”.
Aunque Miguel Prado reconoce que cuando fichó no se lo esperaba: “La idea y mensaje del club era dar un paso más para estar en una zona tranquila y no pasar por las dificultades de la temporada pasada. Y dimos el paso, pero más grande de lo esperado”. En cualquier caso, el asturiano apela a la prudencia: “Sólo quedan once días. Es cierto que tiene buena pinta, pero esto es muy largo y ya vemos en todos los partidos lo cerca que están. A veces se deciden por pequeños detalles. Hay que ser prudentes, seguir trabajando duro y creciendo cada semana”.
Un Ourense CF que sólo ha perdido un partido, en casa ante el Zamora, y en el que Miguel Prado tuvo especial protagonismo al detener un balón con la mano. Pena, expulsión y derrota. “Tengo claro que fue una derrota condicionada por mi acción. Estábamos jugando bien, mejor que Zamora, pero pasan cosas. Es verdad que lo pensé mucho porque nunca me había pasado algo así, de hecho cuando entré al vestuario me pregunté por qué había hecho eso. A día de hoy sigo sin encontrarle explicación, ya que nunca lo hice, ni siquiera en los entrenamientos, pero bueno, ya se acabó y he aprendido la lección”.
El defensor del pueblo de Ourense reflexionar sobre dónde puede estar la clave del éxito y lo tiene claro: “Está claro que tenemos una buena plantilla y eso genera muy buena competencia en el grupo. También la motivación que tenemos todos y el buen rollo que hay en el vestuario y lo unidos que estamos”. Lo cuenta mientras gran parte del plantel disfruta de un asado argentino en casa de Facu Ballardo y Andrada en su día de descanso. “Puede sonar a cliché, pero no ocurre en todos los equipos ni en todos los vestuarios”. Y finaliza añadiendo que “está claro que Zamora, Pontevedra, Avilés o Compostela eran más favoritos, pero nosotros somos la revelación”.