El próximo lunes será un día clave en la investigación del caso por la muerte de 21 marineros frente a las costas de Terranova en febrero de 2022. Cuando pasan dos años desde el naufragio, en extrañas condiciones, del pesquero Villa de Pitanxo, dos de Los directivos de la armadora Pesquerías Nores declararán como investigadores en la Audiencia Nacional. Los mencionados son, concretamente, el director general de la empresa, José Antonio Nores, y el jefe de Flota de la empresa, José Antonio Nores, padre e hijo. El armador ha estado en el punto de mira de la acusación casi desde las primeras fases de la investigación tras el accidente y la declaración de uno de los tres supervivientes, el marino ghanés Samuel Kwesi, quien reveló que la versión aportada por el capitán Juan Padín era falsa. Según Kwesi, el naufragio se debió a la imprudencia del patrón., que se negó a soltar las redes cargadas de capturas a pesar de que el barco ya estaba escora por un problema con los tornos de recogida de aparejos y que, defiende este superviviente, condenó a todos los marineros que en los últimos minutos de sus vidas se Incluso lanzó gritos asesinos a Padín por su arriesgada decisión. El patrón y su sobrino, los otros dos supervivientes del Pitanxo, sostienen que el pesquero se hundió por una parada brusca del motor y afirman que el capitán pidió a toda la tripulación que subieran al puente y se pusieran los chalecos salvavidas, extremo que Samuel también lo niega.
Para intentar dilucidar lo ocurrido aquella mañana en Canadá, el instructor Ismael Moreno escuchará a los dos investigados el día 27 a petición de los familiares de las víctimas, que presentaron una denuncia contra ellos. Entre las cuestiones que profundizará el instructor estarán, precisamente, el uso de trajes de supervivencia que defiende el patrón pero que los marineros del barco que acudieron a la llamada de auxilio del Pitanxo dicen no ver ni flotando ni en los cadáveres que rescataron del mar. Sólo Padín y su sobrino los lucieron, según su testimonio y el del propio Samuel, por lo que Habrá que investigar si el patrón no dio la orden o si no había trajes para todos en el barco.. Otro frente, no menos importante, al que deben responder los Nores se centra en la gestión del hundimiento. Desde que fueron recogidos por el pesquero de Playa Menduíña hasta que pusieron el pie en tierra, los tres supervivientes pasaron cuatro días juntos en el mismo barco. Durante ese tiempo, y siempre según la versión del resto de personas con las que compartieron viaje, la tensión entre Kwesi y el jefe y su sobrino era máxima. Varios marineros de Menduíña Admitieron haber escuchado gritos desde la cabaña en el que los tres hablaron de lo sucedido y donde supuestamente Samuel fue presionado para que aceptara la versión de los hechos que, según la acusación, planeaban el armador y el patrón.
Esta tesis se sustenta en la llamada que el ghanés recibió del grupo Nores pocas horas después del suceso y en la que habría recibido instrucciones sobre lo que debía firmar al llegar a tierra para que todo se resolviera como un accidente mortal sin importantes implicaciones para el capitán y, por extensión, para la empresa. La confesión de Samuel, sin embargo, hizo estallar este supuesto acuerdo. y abrió la puerta a una investigación por 21 delitos de homicidio que está por cumplir dos años. Además de la declaración de los dos directivos, el día 27 también comparecerán ante la Audiencia Nacional tres marineros que formaron parte de la tripulación del Villa de Pitanxo en viajes anteriores. La idea es que expliquen las condiciones en las que trabajaban, a la luz de las quejas que algunos de los fallecidos en Terranova trasladaron a sus familiares al inicio de la marea, advirtiendo que no había calefacción, que los dias de trabajo eran interminablesque algunos de ellos fueron enviados a puestos que no eran su correspondiente formación o que varios compañeros contagiados por Covid fueron aislados en una especie de trastero sin ningún tipo de servicio ni comodidad.
También han sido citados por videoconferencia tres tripulantes del buque portugués Novo Virxe da Barca, uno de los pesqueros que acudió en auxilio del Pitanxo, y que ayudarán a visualizar lo ocurrido en las horas posteriores al naufragio, con 21 fallecidos Marineros de los que doce nunca pudieron ser localizados.
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