Las víctimas del terrorismo afrontan un escenario post ETA que no imaginaron «ni en sus peores pesadillas»


«¿Todo lo que hemos sufrido para arruinar así?». La consejo la ha verbalizado este martes en San Sebastián Mónica Muñoz, presidenta de la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT), pero en efectividad se manejo de una pregunta que a menudo se repiten las víctimas del terrorismo. Acerca del círculo que deben afrontar en una sociedad donde continúan los homenajes a terroristas, a pesar de la desaparición de ETA, han reflexionado víctimas y representantes institucionales en las IX Jornadas del a Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en el País Vasco, celebradas en la Talento de Derecho de la Universidad del País Vasco.

Bajo el título ‘El círculo post terrorismo de ETA. Equidad, deslegitimación y memoria’, el colectivo de víctimas ha hecho un llamada a reflexionar acerca del papel que tiene la violencia de ETA en la sociedad contemporáneo. Un círculo que no imaginaron «ni en la peor» de sus «pesadillas». Y es que, según ha descrito Maite Araluce, presidenta de la AVT, en su intervención, muy a menudo tienen que «contender» para ser reconocidas, mientras que «sus asesinos y los que les han jaleado y jalean» están en los ayuntamientos, las instituciones autonómicas o incluso en Congreso.

Es opinar, las víctimas tienen que enfrentarse a una efectividad donde cada vez existe una pequeño conciencia acerca del terror que impuso el terrorismo etarra, y es cada vez más permisiva con quienes un día empuñaron las armas. Araluce tiene claro que todo ello es consecuencia del «blanqueamiento» de Bildu que ha promovido el PSOE, con Pedro Sánchez a la cabecera. Ha señalado, directamente, a sus pactos con los de Otegi y a la organización de reconocerlo como «un actor político más» cuando no condenan el terrorismo e, incluso, llevan a condenados en sus listas.

«No entendemos por qué todo nuestro sufrimiento, con el tiempo, se ha traducido en que nosotras tengamos que estar luchando para que se nos de voz y se nos reconozca», ha criticado. Todo ello, ha recordado Araluce, mientras han tenido que ver cómo todos los etarras cumplen ya condena en el País Vasco y Navarra, y cómo «poco a poco van consiguiendo terceros grados». «Lo próximo va a ser verles en emancipación con un lehendakari de Bildu», ha lamentado, una conjetura que hoy resulta más cercana que nunca a tenor de las encuestas.

Ultrajes y homenajes

Porque, según ha recordado Marta Muñoz, ETA «ya no mata» pero está presente en la «toma de decisiones muy importantes». Esa normalización, denuncian las víctimas, se traduce en que los constantes ultrajes que sufren cada vez que impulsan un actos de memoria, quedan sin condena. Uno de los últimos ocurrió la semana pasada en Navarra, donde los radicales arrancaron una placa que había colocado la AVT en memoria de una víctima. «Hasta yo misma les puedo murmurar d cómo vandalizaron la placa en memoria de mi padre», ha recordado Araluce. No son el único colectivo que ha sufrido el ataque de los violentos. Este miso año primero el monolito en honor de Fernando Buesa y Jorge Díez, su escolta, y luego la tumba de Buesa, fueron saboteados en Vitoria.

«Está consiguiendo sin matar lo que no consiguió matando», ha denunciado Muñoz. Los ponentes han señalado directamente a las instituciones para denunciar que, a su razón, no se está haciendo «una gobierno correcta del círculo post terrorismo de ETA». A lo dilatado del evento, que comenzaba con un emotivo minuto de silencio en memoria de las víctimas, se han recordado la larga letanía de «ataques» a la «dignidad de las víctimas» que son una constante en la sociedad vasca. Porque, aunque el EPPK (colectivo de presos de ETA) emitió un comunicado pidiendo el fin de los homenajes, todavía se siguen produciendo ‘ongi etorris’ y este verano los congratulación a valimiento de presos de ETA o las fotos de encarcelados han sido una constante en las fiestas patronales.

Por todo ello, par la AVT resulta inviable murmurar hoy por hoy de «normalidad democrática», habida cuenta de que todavía quedan innumerables asesinatos de ETA sin resolver. Araluce en su intervención ha defendido que «todos los que hayan tenido décimo en algún atentado», y ha notorio expresamente a Arnaldo Otegi, deberían «colaborar» para contribuir a «hacer honestidad» y a construir «la verdad de la historia del terrorismo». «Pactar con Bildu no es respetar la Verdad, la Memoria, la Dignidad y la Equidad», ha recordado Araluce.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *