El Área de Investigación del puesto principal de Valdemoro de la Guardia Civil ha desentrañado una red, en la que el papel fundamental lo jugó un empleado del almacén infiel, que robó más de mil teléfonos móviles.
Desde el Instituto Armado se habla de que el importe de los bienes sustraídos, por la vía del hurto, supera el millón de euros. Un delito prosiguió mediante la remisión de nada menos que 55 pedidos que contenían la gran mayoría terminales de alrededor de más de mil euros cada uno.
La operación se inició en junio, tras una denuncia de los propios encargados del almacén, que encontraron faltante buena parte de los pedidos, al realizar el inventario. En concreto, 400 móviles.
Sacaron cámaras de videovigilancia y comprobaron el aspecto de un trabajador que, por la tarde, accedió a la zona donde se preparaban las remesas e introdujeron numerosos teléfonos que enviaban a sus compinches. Con ella colaboraron otros dos empleados y una persona más que se encargó de que nadie se percatara de lo que sucedía.
Los robos se realizaron en cantidades no muy elevadas, para no llamar la atención en exceso, pero se repitieron durante días y semanas, señalan fuentes de la Benemérita. Lo primero que hicieron en este grupo organizado fue que personas cercanas a la mujer hicieran un pedido de electrodomésticos y consumibles durante el turno de la mañana. Cantidad pequeña para no levantar sospechas. Hasta el momento se han acreditado un total de 55 envíos.
Luego de lograr identificar a los autores de los robos y con autorización judicial, se realizó un ingreso en el domicilio donde estaba destinada la mercadería y donde vivían familiares y amigos. Allí, la Guardia Civil recuperó 20 terminales móviles, productos electrónicos y dinero en efectivo.
Posteriormente, fueron detenidas la imputada principal y su cómplice por su presunta implicación en un delito continuado de hurto, así como otras cuatro personas implicadas en la recepción de cargamentos de material sustraído.
Todos los detenidos han pasado a disposición judicial y los bienes recuperados han sido devueltos a sus legítimos propietarios.