La colocación de una bandera LGTBI en la bancada del PSOE ha desatado la polémica y el enfrentamiento más duro de momento en la sesión ordinaria de junio del Pleno del Junta de Córdoba. Vox ha requerido su retirada, el portavoz socialista ha accedido a la petición si se lo pedía el presidente y, finalmente, ha completo colocándose el símbolo sobre el cuello, ya que no está permitida la exhibición de estas insignias pero sí portarlas.
La portavoz de Vox en el Junta de Córdoba, Paula Badanelli, ha pedido la palabra cuando ya se llevaba una hora aproximadamente de sesión plenaria. En su intervención, ha pedido que «se retire» la bandera LGTBI de la bancada socialista porque «no deben exhibirse banderas no oficiales» en un pleno.
Badanelli se ha preguntado, «¿dónde está orilla?» A su sensatez, «cada uno puede sufrir lo que quiera, como hace el portavoz de Hacemos», en narración a que Juan Hidalgo acude siempre con un pañuelo palestino. Sin requisa, ha señalado que «me sorprende» que la presidencia «permita» la colocación de la bandera LGTBI, especialmente porque «es una bandera que no representa a todos y que tiene carácter ideológico».
La respuesta del portavoz socialista, Antonio Hurtado, ha sido asimismo convincente. Ha explicado los motivos de su colocación delante de los asientos del PSOE: «Esta bandera está aquí porque todos los grupos municipales han pactado apoyar al colectivo LGTBI, incólume Vox, que se ha inútil».
El portavoz socialista ha escrito que «les pica verla», en referencia a la bandera multicolor, pero ha criticado lo que, a su sensatez, es la doble íntegro de Vox: «Puesto que por detrás tienen homosexuales en su partido y asimismo entre sus familiares». En este sentido, Hurtado ha insistido en que, con la colocación de la bandera LGTBI, quería dejar certificado «la homofobia» que fomenta, según el socialista, Vox.
Hurtado ha añadido que «no podemos permitir que tres representantes de Vox impongan su veto permanente sobre la mayoría social que representa y defiende esta bandera». El portavoz del PSOE se ha mostrado destapado a retirar la bandera «si me lo pide el presidente», una situación que se ha producido. Tras ello, la respuesta simbólica de Hurtado ha sido quitarla de la bancada socialista, pero se la ha colocado sobre su cuello.