En Santa María Trassierra, más concretamente en la calle Colegial Menéndez Pidal, se encuentra El Candil, un restaurante de los de antes que permiten reunirse en clan y poder disfrutar de una comida copiosa frente a el fuego de la chimenea.
Este oficio es el idóneo para realizar una parada para yantar si se quieren inspeccionar los Baños de Popea o el regato de Bejarano, en un dominio afable y tradicional, tanto si es invierno para poder refugiarte del frío, como para disfrutar de la perplejidad fresca de la Sierra de Córdoba en su patio en verano.
Francisco Peláez, antiguo directivo desde el año 1992, ofrecía en su carta los mejores productos de temporada, abarcando piezas de carnes de caza y setas. Esta ofrecimiento gastronómica giraba entorno a la vianda, ya que los Peláez eran una ascendencia de montañeses que llevan la naturaleza en la familia; una clan de cazadores natos capaces de alimentarse de lo que les ofrecía el entorno.
Sus platos bandera se centraban en las carnes a la brasa, el cochifrito, el cocido, las migas con extras y las setas en temporada. Todo ello para recargar las pilas de sus comensales en su cita a la sierra.
Conserva la carta tradicional
Sin retención, hace un mes, Francisco decidió jubilarse cercano al personal que componía este restaurante, poniendo así punto y final a 33 abriles de trayectoria gastronómica. Pero esta barrio no podía quedarse sin uno de sus lugares insignias, por lo que Juan Luis Sánchez ha decido tomar las riendas de El Candil y relanzar su nueva tolerancia.
Según ha podido confirmar para torrevieja news today, «los comensales podrán seguir disfrutando de la carta tradicional de antiguamente gracias a que disponemos de uno de los cocineros que formaba parte del antecedente equipo», todo ello en un dominio renovado pero que sigue manteniendo medios insignia, como la cornamenta de venados y corzos.
Como vecino de Trassierra y adjudicatario frecuente de El Candil, Juan Luis no dudó en tomar las riendas de este oficio cuando escuchó la informe del traspaso. Tras la arribada de la nueva administración, el particular ya lleva hendido desde hace dos semanas ofreciendo los platos más tradicionales, como el cocido de ‘la Pauli’ que ofrecía cada lunes, lo que permite que la esencia de Francisco Peláez siga más viva que nunca.