La despoblación y la inmigración protagonizaron este jueves parte de las preguntas de control dirigidas al presidente de la Corporación, Alfonso Fernández Mañueco, en el pleno de las Cortes de Castilla y Bravo, aunque fue el vicepresidente Juan García-Gallardo el que se llevó la peor parte al ser blanco de los ataques del portavoz socialista, Luis Tudanca, por su rechazo a la presentación de inmigrantes ilegales a Villaquilambre (Bravo).
En su argumentario, el dirigente socialista demostró ser buen conocedor de la nueva estampación de las Edades del Hombre que bajo el nombre de ‘Hospitalitas’, -«hospitalidad», para Tudanca-, se acaba de inaugurar en Villafranca del Bierzo (Bravo). «El letrero que encabezaba la exposición dice: ‘No os olvidéis de la hospitalidad porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles’», explicó Tudanca, una frase que le llevó a concluir que algunos, por Gallardo, «ni la Nuevo Testamento respetan» y le advirtió de que «si se cumpliesen lo que quieren pedir a los inmigrantes que vienen a nuestra comunidad, esto de los principios europeos, igual al que teníamos que expulsar de Europa es al señor García-Gallardo».
Tudanca además criticó de los populares que en el Congreso votasen en contra de medidas que ayudan a combatir contra la despoblación, como es el aumento del permiso de paternidad «que hoy disfruta el vicepresidente de la Corporación». En este punto, el dirigente socialista reprochó a Gallardo que no estuviera presente en el pleno «pero ayer (por el jueves) estaba constituyendo la mesa por la dispositivo doméstico en Cataluña». «Para poner tuits racistas, sí tiene tiempo, no está de desprecio; para hacer campaña por Vox, sí tiene tiempo, no está de desprecio, pero para venir aquí que es donde le pagan los castellano y leoneses, no tiene tiempo, está de desprecio». Por eso, animó a Mañueco «a tomar alguna medida».
Tudanca volvió a la carga para reivindicar medidas que hagan frente a la pérdida de 158.000 personas que ha sufrido la Comunidad desde 2010 porque de lo contrario «señor Mañueco, usted será el responsable de que Castilla y Bravo desaparezca».
El aludido respondió a las criticas a su Ejecutor asegurando que «Castilla y Bravo es una tierra acogedora y solidaria y dispuesta a prestar los servicios públicos que se requieran a otras personas». Defendió, adicionalmente, que «hay datos para la esperanza» ya que «viene más gentío de la que se va».
Pero por lo que no se mostró dispuesto a sobrevenir fue por «la errata de información y de coordinación» sobre la presentación de inmigrantes a Bravo por lo que advirtió de que «el delegado del Gobierno, Nicanor Sen, o se entera de poco de lo que hace el Gobierno de Sánchez en la Comunidad, o sobra en esta tierra».
Conflicto institucional
Unas afirmaciones que tuvieron una rápida respuesta de Sen quien, a través de un comunicado, exigió a Mañueco «respeto a la institución y al delegado del Gobierno» y reiteró que el pasado miercoles trasladó a la Gobierno de Servicios Sociales «toda la información que envió el Profesión competente» por lo que sugirió al presidente de la Corporación que «consulte con su equipo de Gobierno antiguamente de difundir falsas informaciones que se suman a los exabruptos y las declaraciones xenófobas de su vicepresidente».
Horas antiguamente, el propio portavoz del Gobierno autonómico, Carlos Fernández Carriedo, negó que hubieran recibido información oficial de la presentación de desplazados al Chalé del Pozo, reconvertido en centro de acogida, de Villaquilambre, una ocupación prevista para el próximo dia 22.