“Estaba muy nervioso, jugando en primera categoría, pero Manu y Martín fueron novenos en 2ª y 3ª categoría respectivamente”, dice Tena. Al final, la posición es lo que menos importa: “Fue espectacular y llevamos a muchos compañeros de España”. El ourensano incluso se llevaba bien con los galos para apuntar a la diana, aunque se sirvieron del traductor para entenderse.
Por su parte, Manuel Pérez destaca el civismo de los coreanos y la seguridad en la calle:: “Había heladerías de autoservicio sin empleados, la gente paga y se va. Dejan sus celulares y billeteras en las mesas y no pasa nada, hay bicicletas y patinetes sin candado en la noche”. Desde Seúl le sorprendieron “los rascacielos”, mientras que la comida, por sus especias, les dejó mal sabor de boca.
En el campeonato disfrutaron de una gran variedad de juegos, fuera y dentro de la competición. Pérez cuenta que, en uno de ellos, “te pusieron unos guantes gigantes con los que no podías apuntar”. Aunque no se llevaron trofeos, consiguieron muchos premios secundarios como dardos (para guardar los dardos), puntas o cartas de juego. “Hubo incluso una exhibición de karate y bailes típicos”. Seguirán entrenando en el Bar Prisma este invierno para repetir experiencia el año que viene. Su próximo objetivo: “Viajar a Las Vegas oa Hong Kong”, dice Tena.