la estafa de los ‘productos milagro’ que sangra a los ancianos


En plena sociedad postpandemia, cuando las mascarillas aún gobernaban las calles, los ancianos de Tui (Pontevedra) recibieron la entrevista de unos vendedores que llevaban bajo el ayuda un vigoroso catálogo de productos fenómeno. Con denominaciones pomposas y aparentemente terapéuticas, los representantes de estos artículos fueron colocando colchones y mantas con magnetos, generadores y jarras de agua de ozono e hidrógeno y purificadores y vaporizadores de elegancia a mayores que vivían solos y que firmaron la operación sin preguntar por la romance pequeña. Dos primaveras a posteriori, y con las cuentas en números rojos por los cargos derivados de esas compras, las primeras denuncias por estafa han empezado a aflorar.

Una de las primeras en dar la voz de miedo fue la nieta de una octogenaria a la que estos vendedores llegaron a pasar revista en su vivienda de Tui hasta en nueve ocasiones. Les salió rentable, asume la denunciante, que reconoce que le colocaron tres colchones fenómeno y cajas con productos de mala calidad a precios desorbitados que fueron mermando los ahorros de su abuela hasta que una indicación del porción levantó la liebre. La cuenta estaba a cero y los recibos seguían llegando. El caso por la presunta estafa lo pusieron en manos de la abogada pontevedresa Paraíso Martínez, de Rodríguez Gil y asociados, que reconoce que han detectado a más mayores en la misma situación y que no descarta nuevas denuncias. Por lo de pronto, lo sucedido está en manos ya de la Patrulla Civil de Tui, que estudia el caso.

«Por una edredón con unos campos magnéticos que se ponen encima del colchón y que se suponen que te curan de poco la señora firmó una nota de 1.900 euros, pero el valía financiado resultó ser el doble», introduce la letrada en una conversación con torrevieja news today sobre el supuesto delito de estafa. «Ellos iban por las casas de personas mayores, se ganaban su confianza y les decían que eran regalos por los que tenían que sufragar una pequeña cuota que se han convertido, en el caso de mi defendida, en facturas por valía de 18.095 euros» ahonda. Todo este metálico se abonaba, adicionalmente, a través de financieras que elegían las propias empresas vendedoras. «Yo entiendo que esto es un delito de estafa, lo hemos denunciado a la Patrulla Civil de Tui, y por los mismos hechos hay otras pesquisas abiertas en Val Miñor, y coinciden algunas empresas porque hemos cruzados datos. De ahí tiene que sobrevenir al curia para que se impute a los responsables», explica la letrada que lidera el caso, cuya finalidad es alertar a los mayores y recuperar su metálico.

Mercado aciago de nombres y direcciones

La sospecha es que hay un mercado aciago de datos de ancianos que, o perfectamente viven solos, o pasan muchas horas del día solos porque sus cuidadores trabajan fuera. Se cree que este lista está circulando entre las empresas que intentan colocar estos artículos a precios disparados, y que visitan insistentemente a los mayores sin mostrar el pequeño escrúpulo. «Si tú preguntas en la zona donde vive mi clienta a ella la visitaron nueve veces pero la casa de al costado en la que vive parentela adolescente no llamaron ni la primera vez. Escogieron a los más vulnerables, en postcovid, con todo el miedo metido en el cuerpo y con productos que prometían desinfectarlo todo».

El problema, explican fuentes de la Patrulla Civil próximas al caso, es que a los ancianos les hacían firmar las facturas y les decían que podían repartir el valía en varios pagos. Los intereses, explican, «son en todos los casos excesivos». Ahora será el curia el que decida si hay que brindar una investigación pero, entre tanto, los agentes piden que los afectados presenten una denuncia para que su situación sea analizada. Y aconsejan, «hay que ser desconfiado».

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