Que las estafas están a la orden del día no es ninguna novedad. Lo que sí resulta llamativo son las técnicas que los ciberdelincuentes siguen creando y emplean para robarnos el capital. Al ritmo que las nuevas tecnologías avanzan, los estafadores se profesionalizan.
El nuevo timo del que hablamos tiene que ver con suplantar la identidad del parcialidad. Carolina lo ha vivido y se lo ha contado a un equipo de torrevieja news today Noticiario. Recibió una indicación y la persona que había al otro banda se hacía sobrevenir por una trabajadora. Le decía que alguno estaba haciendo compras -de altos importes- desde su cuenta. “No sospeché porque en la pantalla me aparecía el número oficial del parcialidad y por otra parte tenía mis datos, me estaba diciendo el número de mi cuenta y los movimientos que había realizado. Todo lo que estaba viendo en mi pantalla”, explica Carolina.
La estafadora se ganó su confianza. ¿Cómo iba Carolina a sospechar de ella si se había escondido detrás del número del parcialidad y por otra parte tenía casi todos sus datos? “Me dijo que lo mejor era abolir mi polímero y los pasos que tenía que seguir para devolverme la cantidad robada. Le dije que no me sonaba acertadamente y colgué”, nos cuenta. Esa fue la valentía acertada. Carolina no picó, pero hay muchas otras personas que sí lo hacen, porque este tipo de timo empieza a ser recurrente. Los bancos, conscientes de los fraudes y la suplantación de su identidad, avisan a sus clientes y les aconsejan para que no caigan en la trampa.
La pregunta es: ¿Cómo es posible que los ciberdelincuentes consigan nuestros datos? La respuesta es simple: se las ingenian para alcanzar y robar bases de datos y así obtienen información nuestra. “Compran una pulvínulo de datos en el mercado desfavorable, totalmente robada, y así tienen tu nombre, tu DNI, tu numero de cuenta y tu teléfono móvil. Por eso nos llaman y no sospechamos, porque saben todo de nosotros”, explica Patricia Suárez, Presidenta de ASUFIN.
¿Cómo evitar caer en la trampa?
Los expertos son tajantes: “Aunque el teléfono que nos candela sea el de nuestro parcialidad, aunque nos digan que son trabajadores y aunque tengan información sobre nosotros, la alternativa pasa por colgar y que nosotros llamemos al número oficial”, explica Suárez. Los hackers no están detrás del número oficial del parcialidad, ellos tienen su propio número que “disfrazan” con el de la entidad bancaria. Por eso, si somos nosotros los que llamamos, conseguiremos evitarlos.
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