La situación de la dependencia va camino de convertirse en uno de los ejes de debate del nuevo curso político. El aumento de la etapa media de la población y, por consiguiente, del número de solicitudes unido a una acumulación de expedientes atrasados sin cerrar, algunos con varios primaveras, hace que la situación de las listas de retraso al obstrucción del mes de agosto (hechas públicas por la Juntura de Andalucía) reflejen un nuevo aumento de los tiempos de retraso medios por parte de la población.
Por primera vez desde 2021 (periodo condicionado aún por los artículos de la pandemia) al obstrucción del mes de agosto, el tiempo medio de retraso entre que se realiza una solicitud para aceptar a la prestación de dependencia y el entrada directo a la ayuda se sitúa en por encima de los 600 días, lo que supone en torno a 20 meses. De este tiempo, 379 días (un poco más de un año) transcurren entre la solicitud y la resolución de escalón y otros 251 jornadas entre que se cataloga el escalón y que se recibe la prestación. La media con la que se cerró 2023 fue de 556,99 días mientras que en 2022 se situó en 543 días. En primaveras de pandemia y prepandemia la emblema fue incluso superior.
Según los datos difundidos ayer por la propia Consejería, el número de solicitudes activas asciende a 415.660 lo que supone un descenso del 1,2% y el número de personas con derecho asciende a 313.442, lo que supone un descenso del 2,71. El número total de personas a la retraso de completar sus expedientes se mantiene en torno a los 55.000 andaluces , una emblema que no obstante, ha descendido respecto a periodos anteriores. La tendencia se mantiene así respecto a los últimos datos publicados por el Imserso comparando a las comunidades (correspondientes a julio) en los que Andalucía se situó ya a la cabecera de las autonomías.
La Consejería de Inclusión Social, Adolescencia, Comunidad e Igualdad aporta su explicación en torno a estos datos: «Se están dando respuestas en estos momentos a expedientes sin resolver con que tenían más de tres primaveras de retraso y eso hace que suba la media». Asimismo, recuerdan que el sistema se encontraba «prácticamente en situación de colapso total con más de 75.000 personas pendientes de prestación al obstrucción de 2018, una emblema que rozaba los 109.5000 en diciembre de ese mismo año».
Nueva reglamento
En estos momentos, la Juntura de Andalucía se encuentra en pleno proceso de refuerzo y perfeccionamiento del sistema de prestación de la dependencia. Desde el pasado mes de marzo, en ejecución del decreto de simplificación administrativa, la tramitación de los expedientes se realiza en una sola recepción y no en dos como hasta ahora (una para la resolución de escalón y otra para la aprobación de la prestación) que estaban separadas en ocasiones por varios meses. Asimismo, se está desarrollando una nueva reglamento de funcionamiento del maniquí de colaboración con los Servicios Sociales de los ayuntamientos a través de unos convenios que llevarán aparejada una viejo financiación y más contrataciones dedicadas exclusivamente a la ejecución de la ‘recepción única’ a través de los Servicios Sociales de ayuntamientos o diputaciones, lo que permitirá aligerar las prestaciones.
La situación de la dependencia fue situada como uno de los grandes «problemas de administración» por parte del PSOE y en el caso de Vox, su portavoz, Manuel Gavira, puso precisamente el acento en esta prestación en su primera valoración del inicio del curso.
El portavoz alertó del nuevo aumento en el número de andaluces en listas de retraso, «que ya son 54.715, mientras que han fallecido 831 andaluces en julio y agosto esperando las ayudas y ya llevamos más de 5.000 en lo que va de año». «Nunca en Andalucía la Dependencia ha funcionado peor que ahora y ahí están los números», apuntó la formación.