Jon Musetescu, que entonces tenía 29 años, mató a tres personas en menos de una hora en el centro de Barcelona en enero de 2020. Agentes de la Guardia Urbana lo redujeron al abalanzarse sobre él, todavía con el cuchillo en la mano, en la Plaça Sant Jaume tras asesinar a puñaladas a su última víctima, el periodista David Caminada. Hoy ha comenzado en la Audiencia de Barcelona el juicio contra el acusado, de nacionalidad sueca, para el que la Fiscalía pide una pena de 95 años de prisión por tres delitos de homicidio, cinco robos con violencia y un delito de incendio. Musetescu ha estado en prisión durante tres años y desde entonces ha cambiado continuamente de abogado. Los abogados que lo han asistido siempre intentaron convencerlo de que, dada la claridad de las pruebas en su contra, debería alegar que padecía una enfermedad mental o que estaba bajo los efectos de las drogas. Sin embargo, el imputado se opuso a cualquier estrategia de defensa e insistió en que él no fue el autor de los hechos.
En la primera sesión del juicio, su abogado quería que su defendido fuera absuelto porque no era responsable de los delitos que se le imputaban. “Él lo niega todo”, dijo. El fiscal, por su parte, ha explicado que no tiene ninguna duda de que el imputado es el autor de “esta barbarie” y ha explicado a los miembros del jurado que durante la investigación “no se ha advertido ningún desorden para aplicar un atenuante”. Sin embargo, el Ministerio Fiscal se ha visto obligado a retirar la solicitud de prisión permanente revisable que solicitaba siguiendo la doctrina del Tribunal Supremo que establece que esta medida puede reclamarse en casos de delitos contra menores o cuando una persona ha cometido varios delitos. Este último supuesto era el que pretendía aplicar el fiscal, pero la nueva doctrina del TS apunta a que se trata de casos en los que el imputado ya tiene antecedentes por un delito, algo que no se puede aplicar en este caso porque los tres están procesados. al mismo tiempo. .
Mató a tres personas en el centro de Barcelona en menos de una hora
Eran las 15.00 horas del 20 de enero de 2020 cuando en un domicilio de la calle Portal Nou, en Ciutat Vella, el imputado agredió presuntamente a un hombre de unos 40 años, Héctor Alejandro Núñez, apuñalándolo en 254 ocasiones. Luego lo asfixió atándole una bolsa en la cabeza. A partir de ahí, el imputado inició una espiral de violencia que terminaría con su detención. Después de matar a su primera víctima, prendió fuego a la casa y se dejó caer por el costado del edificio hasta llegar al suelo. Se adentró por las estrechas calles del barrio Gòtic hasta que se topó con Concepción Rosa, una mujer de 78 años y madre de cuatro hijos, que salía del portón de su casa en la calle Arc de Sant Vicenç. Allí el acusado le propinó varios golpes en la cabeza y asfixió a la mujer mientras le sustraía la cartera, el móvil, el reloj y las llaves. “Se aprovechó de la incapacidad de la víctima para defenderse actuando de manera sorpresiva e inesperada”, dice el fiscal.
El estallido violento del imputado prosiguió en la calle Montcada, donde se encuentra el museo Picasso. Robó una motocicleta a punta de cuchillo, tiró al suelo a un conductor a golpes y abandonó el área. Antes de cometer el tercer delito, Musetescu aún tuvo tiempo de entrar en un establecimiento de la calle del Bisbe para robarle, pero el responsable se negó a darle el dinero y el acusado se dio la vuelta y se fue. Ya en la plaza de Sant Jaume, se acercó al periodista David Caminada, que trabajaba en el departamento de comunicación del Ayuntamiento de Barcelona, e intentó robarle la mochila. Se resistió y el acusado lo apuñaló dos veces en el pecho. Caminada, quien también era profesor universitario de periodismo, murió dos días después. Un amigo suyo intentó interceptar al agresor y también sufrió un corte en la mano. Tras este último atentado, los agentes de la Guardia Urbana que se encontraban frente al ayuntamiento consiguieron someter y detener a Musetescu.
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