Al final de la temporada, la valoración es bastante positiva, “aunque al principio tuve mala suerte por temas de exámenes y entrené menos. En el Campeonato de Galicia perdí en cuartos de final en un partido tremendamente disputado contra Carlos Tubío, mientras que en dobles llegamos a la final, donde casi ganamos en el súper tie-break”.
Otro de los contratiempos que encontró Izan fue en el aspecto fisico. “Tuve que parar un mes por dos lesiones en el pie izquierdo. Me llevó mucho tiempo recuperarme de mi primer esguince, porque fue más de lo esperado. Dos semanas después, jugando un torneo por equipos, me torcí el mismo tobillo”, añade el joven tenista orensano.
Este año su participación a nivel nacional fue menor que en otras temporadas. “Cuando estábamos estudiando la secundaria, para nosotros era un poco más complicado. En Zaragoza disputamos el Campeonato de España Junior por Equipos, en el que nuestra participación fue digna. Recuerdo que el año pasado fuimos campeones de la categoría de consolación y en esta edición pasamos de ronda”.
El demandas mentales de este deporte en la alta competición es genial. El tenista orensano Admite que nunca ha acudido a un psicólogo deportivo, “tampoco creo que lo necesite. Tengo suerte, porque en este aspecto me considero fuerte, aunque en determinadas condiciones sí creo que un psicólogo sería de ayuda. De todos modos, en este momento creo que puedo madurar por mi cuenta. “El tenis profesional es otra cosa, pero a nuestra edad y en mi situación no es necesario”.
Aspectos a trabajar
Mirando a la futuro, la joven promesa Izan Díaz Estévez entiende que debe trabajar para pulir aspectos como la consistencia y la regularidad. “Últimamente estoy bastante regular, pero a veces pasa que, en mitad de un partido, si veo que estoy ganando fácilmente, tengo alguna desconexión que incluso me complica el partido, aunque al final gano. A veces también hago jugadas un poco arriesgadas o muy creativas para el momento en el set en el que estoy. Es un aspecto a mejorar”, concluye.