Auge, caída y paracaídas de Bendodo


Elías Bendodo acaba de acreditar 57 minutos y 24 segundos en los 10 kilómetros de una de las carreras que inundan cada fin de semana las calles de Madrid. No puede decirse que sea su mejor momento. Pero sigue corriendo. El PP comunicó ayer formalmente que la reestructuración que está llevando a mango Alberto Núñez Feijóo suprimirá el puesto de coordinador genérico que ocupa Elías Bendodo. Pero Bendodo sigue corriendo. La remodelación lo convertirá en vicesecretario de Política autonómica y municipal y Descomposición electoral.

Hubo un momento en que su trayectoria en Madrid parecía un sprint. Año y medio y rumbo a La Moncloa. Estaba en todas las quinielas para ser ministro si se llegaba al Gobierno. Pero cuatro escaños han convertido ese sprint en una carrera de fondo. La primera lección de ese cambio es, evidente, en término de degradación orgánica. Génova lleva por otra parte varios días alimentando la idea de una primera tendencia de poder en torno a Feijóo conformada por Cuca Gamarra, Miguel Tellado y Carmen Fúnez. Así lo publicó este publicación el pasado sábado. Poco que consumaron con la ratificación de la primera, el sábado, y los movimientos de los segundos, este lunes, y ofreciendo material dibujo para acrecentar la idea.

Esa lección desde el punto de pinta de la interpretación periodística y orgánica es evidente. Pero lo cierto es que el reajuste de funciones de Bendodo es, internamente de todas las opciones posibles, la menos lesiva para sus intereses y la que le permite seguir en Génova con funciones en ningún caso anecdóticas. Es más, fuentes de Génova certifican que de los dirigentes que repetirán en su puesto en el Comité de Dirección es el único que tendrá más competencias.

¿Cómo es eso posible? ¿Bendodo ha sido relegado, pero tiene más competencias? Ambas cosas son factibles. Su nuevo puesto viene a subsumir las funciones que hasta ahora desempeñaba Pedro Rollán, que como presidente del Senado abandona la dirección. Encima de perseverar bajo su estructura las áreas de Desarrollo Electoral y Tendencias, por otra parte de las de Descomposición y Planificación Estratégica que ya dependían directamente de él. «Terminará teniendo incluso más clan a su cargo», apuntan desde Génova.

Son varias las fuentes consultadas en el día de ayer que piden prudencia y paciencia a la hora de interpretar que Bendodo ha quedado descabalgado. El día a día clarificará algunas cosas. Insisten por otra parte en que, jerárquicamente, sigue teniendo por encima las mismas dos personas: Feijóo y Gamarra. Y que la secreto de favor perdido posiciones en el organigrama tiene mucho que ver con la intrepidez de feminizar el partido. Y que la relación con Fúnez tendrá que ser colaborativa y no competitiva.

«Está muy admisiblemente algún del rango de Elías para la coordinación autonómica. A un presidente no le puede tachar cualquiera», reflexiona un mandatario autonómico. La cuestión es si eso no generará nuevas duplicidades con Gamarra y eventualmente con Fúnez. Ayer en Génova vendían así su nueva posición: «Su puesto tendrá una importancia fundamental en el organigrama del partido, ya que coordinará la política que se desarrolle desde la sede doméstico con la que ejerzan las diferentes comunidades en el momento de veterano presencia institucional de la formación».

La intrepidez que ahora se adopta viene más admisiblemente a ser un brinco en paracaídas que permite a Bendodo un aterrizaje suave en la nueva estructura

La secreto en esa sensación aparentemente contradictoria entre salir débil y fortalecido al mismo tiempo está en que el avería de la posición de Bendodo no se ha producido tanto ahora como hace unos meses, cuando se visibilizó que esa coordinación genérico quedaba poco constreñida entre la secretaría genérico y la vicesecretaría de Estructura. Entre Gamarra y Tellado.

Un importante mandatario popular había quedado una mañana a pasar con Bendodo por el Retiro. Pero tuvo que suspender ese choque porque Miguel Tellado, Vicesecretario de Estructura, lo reclamaba para desayunar. Todo el mundo en el partido sabía y sabe que para muchas cuestiones Tellado era el número dos.

Cuando Feijóo llegó a la presidencia del partido y designó a Gamarra secretaria genérico y le pidió que continuase como portavoz en el Congreso, una lección muy generalizada fue que el puente de mando Galicia-Andalucía gobernaría el PP. Con Bendodo como número dos de facto. Interpretando la continuidad de Gamarra como un movimiento obligado por el peso que iba a tener el parlamento y para situar como número dos a una mujer. Pero esa sensación pronto empezó a resquebrajarse. Hasta producir esa sensación de duplicidades y pérdida de foco. El ciclo electoral y la venida de Borja Sémper como portavoz de campaña redujo por otra parte la exposición de todos. En el caso de Bendodo fue trascendental.

«Puede seguir siendo importante en el qué hacer, quizás no en el cómo hacerlo. Pero puede seguir siendo el dos en importancia política»

Es aseverar la «caída» del dirigente andaluz no se produce ahora, sino los meses previos cuando queda constatado que Gamarra es mucho más secretaria genérico de lo que algunos pensaban y con Tellado desplegado por los territorios. La intrepidez que ahora se adopta viene más admisiblemente a ser un brinco en paracaídas que permite a Bendodo un aterrizaje suave en la nueva estructura. No era voluntad de Feijóo trasladar la sensación de crisis con chivos expiatorios.

En su equipo se dicen satisfechos y aseguran que «en absoluto» se ha contemplado una reverso a Andalucía. «No cabía una reverso a espaldas. No tiene sentido», insisten. Hace semanas que algunos colaboradores de Bendodo venían trasladando que tendría «más competencias», poco que en última instancia se puede dar por válido. Él sabía desde hace cerca de dos meses que la coordinación genérico se suprimiría. Y en su entorno destacan que, si admisiblemente en la coordinación autonómica tendrá que organizarse con Gamarra, mantiene «una parcela en monopolio»: la logística y el estudio electoral. Una persona que conoce cómo ha sido el trabajo en Génova hasta ahora, destaca por otra parte que Tellado va a tener ahora la responsabilidad del interlocución con los grupos en el Congreso.

Y que eso puede arruinar dejando con el tiempo más espacio en Génova a Bendodo. «Puede seguir siendo importante en el qué hacer, quizás no en el cómo hacerlo. Pero puede seguir siendo el dos en importancia política», apunta esta fuente. Tiempo al tiempo. A Feijóo le gusta mover la pelota y repartir funciones. «Todo el que estaba en el núcleo duro y ha ayudado tiene su sitio», inciden en Génova. La carrera es larga.

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