un ínfimo poder para mover el voto


“Perrosanxe sabe más por un perro que por una sanxe”, la foto del presidente del PP con Marcial Dorado en los noventa, Yolanda Díaz diciendo “Me encanta planchar porque me relaja” o Vox citando un tuit del equipo de Fernando Alonso con la misma frase que utilizaron para animar al piloto español de Fórmula 1: “Hoy todo es verde”.

Es difícil negar la importancia de Internet y las redes sociales en la política, que se han convertido escenario del debate en España. Sus mensajes (vídeos, memes…) circulan por las redes mucho más rápido que otro tipo de contenidos, por lo que empiezan a ser imprescindibles en cada ciclo electoral. Son efectivos, sencillos, directos y sobre todo llenos de ironía. Así, el uso estratégico —convirtiendo un insulto en meme— que Pedro Sánchez ha hecho de las redes durante esta última campaña presidencial para movilizar a sus simpatizantes ha podido abrirle camino a La Moncloa.

Los rallies, obsoletos

Este caso demuestra la importancia de las redes en la política y más aún, en las campañas. Pero cuales son los efectos reales en el público? ¿Realmente ayudan a cambiar la narrativa que los candidatos intentan construir sobre sí mismos en mítines y entrevistas en los medios tradicionales? «Es una pregunta muy difícil, afirma el politólogo Javier Lorenzo, porque «estamos expuestos a mucha información. Cada vez más”.

La batalla electoral se libra ahora en Twitter. La aplicación se ha convertido en la terreno más bélico de estos últimos generales. O eso es lo que, al menos, parece. «¿Tienen más impacto que una campaña electoral tradicional? Sin duda. Las campañas tradicionales ya tienen impacto cero”, responde este experto, cuando le preguntan por los actos de los partidos. «Los mítines se siguen haciendo porque es liturgia y porque son una palanca para los candidatos: canutos, actas relámpago, respondiendo a un tuit del adversario… Solo hacen ruido, pero ahí no convences a nadie. Hay cuatro gatos. Sobre todo a los de esta última campaña, con 47 grados a la sombra», sentencia.

Lo mismo sucede, aclara, con los medios de comunicación, que son «los mayores ponentes y generadores de opinión y conversación. No tienen rival”.

Todos los principales actores políticos de España tienen presencia en Twitter. De hecho, partidos como Podemos o Vox han contribuido a la polarización política, explica el estudio ‘Bloques de construcción: la promiscuidad política online en tiempos de polarización en España’, gracias a su alta presencia ‘online’ y su estrategia de comunicación exitosa en algunas de las redes sociales más populares de nuestro país. Además, muchos de los votantes recurren a las redes para seguir la información política, sobre todo cuando se acercan las elecciones.

“cámaras de eco”

Se ha demostrado, como explica el politólogo, que los usuarios de Twitter con posiciones ideológicas más extremas comparten desproporcionadamente más contenido político que los moderados y siguen perfiles políticos que pertenecen al mismo bloque ideológico, es decir, información relacionada con ellos. Una teoría que también corrobora el catedrático de Ciencias Políticas de la URJC, Javier Lorente: «Las redes funcionan como los medios, por exposición selectiva. Cada votante elige la información que más se alinea con sus preferencias”, explica. Precisamente, según investigaciones anteriores a la de Lorenzo, son estos mismos usuarios los que actúan como “cámaras de eco”, contribuyendo a la difusión de desinformación y rumores.

Algo que su estudio desmiente, ya que solo la mitad de los encuestados declara no hacer caso a ninguna cuenta política y un 25% ni siquiera sigue a los principales partidos nacionales ni a sus candidatos a la Presidencia del Gobierno. Es más, detalla Lorenzo, “de toda la conversación en Twitter en España, la que es de política no llega ni al cinco por ciento y, sin embargo, parece que el mundo exterior es lo que pasa en esa corrala”. Las redes se han convertido “puro vandalismo, es el enfrentamiento deportivo del uno contra el otro”, apunta. Es una estrategia que los de Ione Belarra “hacen de maravilla, tienen un ejército en la red”, mientras que “PP y PSOE están más tranquilos aunque tienen un mayor número de movilizados que pueden difundir sus discursos”.

Lo que está claro, explica Lorenzo, es que “todos los bandos están jugando a la desinformación, manipulando y tergiversando los datos”, pero el efecto real sobre la intención de voto es “insignificante” porque “la predisposición a votar ya la tienes adoptada antes de sumergirte en las redes, que no son tan cámaras de eco como se supone sino que son solo ejemplos de comportamientos y actitudes que ya vienen de casa”. Por mucho que puedan ser un gran orador, los expertos coinciden en que las redes son “una herramienta más de campaña”, cuyo impacto en el votante “se magnifica”. Nada más.

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