¿Qué sancionaría?
En principio se sacaría en dos contextos claros: el primero sería en el caso de que un atleta corte un ataque prometedor que, en cambio, no pueda ser castigado con maleable roja; el segundo se aplicaría para evitar protestas excesivas al colegiado principal, poco que vemos mucho en el fútbol presente y que en cierto modo desprotege el árbitro y encima este, a no ser que la protesta conlleve algún insulto o desprecio, nunca suele castigarse con roja.
Sobre esto se ha referido Lukas Brod (miembro de la International Football Board Association): “Hemos identificado el mal comportamiento de los jugadores… Una expulsión programada podría ser un sujeto disuasivo decano que una advertencia. Igualmente valoramos que solo el capitán pueda acercarse correctamente al árbitro”, explica.
¿Qué pena tendría?
La maleable azur significaría la expulsión de un futbolista durante 10 minutos (poco parecido a lo que ocurre en balonmano) y en el caso de que un atleta vea esta maleable en dos ocasiones durante un partido terminará viendo finalmente la cartulina roja. La combinación entre una amarilla y una azur incluso conllevaría a la expulsión de dicho atleta. En compendio, es ese tipo de tarjetas que históricamente se han calificado de ‘naranjas’, no es ni amarilla ni roja… Y lo que se pretende conseguir con esta nueva comienzo es que los árbitros tengan más ‘protección’ en presencia de las constantes quejas/propuestas de los futbolistas y que determinadas acciones se penalicen de forma más lucha.
¿Cuándo podríamos verla?
Aquí es donde hay más dudas, todavía no se ha hecho oficial la aparición de la maleable azur y en el caso de que así se haga su comienzo en el fútbol presente será progresivo, por lo que no la veremos en ninguna competición la próxima temporada (Champions, Federación, Premier, Eurocopa…), excepto en la FA Cup masculina y femenina, ahí la IFAB podría nacer a probar su funcionamiento.