El estudio, publicado en la revista ‘Metabolism’, demuestra que aumentando el nivel de una determinada proteína (GDF15), se podría perdurar el hígado en buen estado y ayuda a tratar la diabetes tipo 2.
La proteína GDF15 es un coeficiente que se expresa a niveles elevados en muchas enfermedades (insuficiencia cardíaca, el cáncer o el hígado churretoso). Observaron que los pacientes obesos asimismo presentan niveles elevados de esta proteína, pero su funcionamiento está reformado y pueden desarrollar resistor.
¿Por qué es esencia esta proteína GDF15?
El director del estudio, Manuel Vázquez-Carrera, -catedrático de la Otorgamiento de Apoteca y Ciencias de la Comestibles de la UB- explica que el coeficiente GDF15 “inhibe la síntesis de azúcar en el hígado” y que esta vía tiene un papel esencia en la procreación de cuadros de hiperglucemia en los pacientes con diabetes tipo 2, recoge ‘Europa Press’.
La entusiasmo de la proteína asimismo ayudaría a “aminorar” la presencia defibrosis hepática, asociado a viejo mortalidad en pacientes con hígado churretoso.
Los resultados obtenidos del estudio apuntan que la proteína GDF15 activa la proteína AMPK e inhibe la gluconeogénesis hepática y la fibrosis y “que esta modulación de esta proteína podría ser útil para mejorar la efectividad de los tratamientos antidiabéticos actuales”.