El sustituto de Irene Montero en el ministerio ha sido la mano derecha de Óscar Puente en el Ayuntamiento de Valladolid
El desastre de la ley solo s es s, que redujo las penas de más de un millar de delincuentes sexuales, ha eliminado la posibilidad de que los socios de Gobierno de Pedro Sánchez mantuvieran la pancarta que para Podemos era el Ministerio de Igualdad. Finalmente, será la archisocialista Ana Redondo García (Valladolid, 1966) quien ocupe el asiento azul de la ministra de Irene Montero.
Hasta las elecciones municipales de mayo, Redondo fue teniente de alcalde y concejal de Turismo y Cultura de Valladolid y, sobre todo, mano derecha del hasta entonces alcalde Óscar Puente. De concejal a ministro, Redondo se sube así a la ola ascendente de Puente, que, a un mes de su famosa respuesta en la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo, va a ocupar el Ministerio de Transporte.
Actualmente es concejal de la capital castellanoleonesa, el último de varios cargos políticos que ha ocupado en el PSOE. Fue secretaria de formación en el grupo socialista de la ciudad, procuradora en las Cortes hasta 2015 y portavoz del grupo socialista, además de vicesecretaria general del PSOE en Castilla y León. Actualmente, además de su cargo en el concejo, ya en la oposición, es secretaria general del grupo local de Valladolid.
La poca experiencia que demostraron Montero y su equipo en derecho pudo haber sido compensada por la formación jurídica de su sucesora: es doctora en Derecho Constitucional y durante una década se desempeñó como profesora de la materia en la Universidad de Valladolid (UVa ).
Redondo tendrá que gestionar y poner en práctica las normas que Montero puso en marcha en sus casi cuatro años de fructificación legislativa. En particular, lo que queda del sí sólo será -lo principal, según Montero- una vez que se hayan reducido las penas de mil delincuentes sexuales. También se pone en marcha la Ley Trans (Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI), también controvertida por, entre otros aspectos, haber facilitado el cambio de sexo registrado de los menores.
“Muy ilusionada, con muchas ganas de empezar, ilusionada y nerviosa”, fue la primera reacción de Redondo tras hacerse pública su elección, preguntada por Europa Press. “Es un cargo importante porque es una gran responsabilidad”, dijo sobre asumir un ministerio que calificó de “clave y transversal” y al que se deben “muchos de los avances” en derechos de las mujeres.