condenada una menor como cómplice a un año de internamiento y 40.000 euros


Santiago, ‘el abuelo’, fue asesinado de forma atroz por una pequeña cantidad de droga. Con golpes y descargas eléctricas. Fue dentro de su propia casa hace casi tres años, el 23 de febrero de 2021. El presunto autor, un joven de veinte años apodado ‘El Lanas’, se encuentra a la espera de un juicio con jurado, mientras que su pareja de entonces, que acababa de Cumpliendo 17 años cuando ocurrió el crimen, ya tiene una sentencia de un juez de Menores: un año de reclusión cerrada, seguido de dos más de libertad condicional, por ser cómplice del delito de asesinato y otro de robo con violencia. Además, sus padres ya han pagado una indemnización de 40.000 euros a los cuatro hijos de Santiago.

“Es considerado eso medida solicitada por el Ministerio Público sea, no sólo proporcionada a la infracción cometida, sino especialmente adecuado a la edad actual y circunstancias personales del menor«dice el juez José Ramón Bernácer en su sentencia sobre la niña, ya mayor de edad, que pertenece a una familia estructurada, pero que había abandonado sus estudios sin terminar la ESO. »No cabe duda de que la gravedad de los hechos requiere una medida de contundencia y un ambiente de contención en el que trabajar con cierta intensidad«, prosigue su fallo, en el que añade: »El tiempo transcurrido desde la comisión de los crímenes Los hechos, así como el cambio en el estilo de vida del menor y en el entorno familiar normalizado, aconsejan la duración propuesta por la Fiscalía.

En realidad el nombre de la víctima era Jesús de los Ríos Díaz, aunque en Ugena todos lo conocían como Santiago; incluso el alcalde de este municipio toledano de poco más de 5.000 habitantes situado en la comarca de La Sagra.

Jubilado de 67 años, era viudo y llevaba tres años y medio alquilado en el piso de la Plaza Mayor donde fue asesinado, por primera vez en el número 11. Aquí vendía sustancias estupefacientes a pequeña escala y sus clientes sabían que las guardaba en su casa. Como Anás, un español de ascendencia marroquí, y su novia, que había ido varias veces a comprarle droga.

Días antes de su asesinato le dijo a un amigo que le tenía miedo al joven, apodado ‘el Lanas’, luego de que, El 10 de febrero Santiago ingresó en el Hospital de Parla por un ictus y fue dado de alta seis días después. El derrame cerebral le dejó cierto problema en el habla (disartria) y debilidad en el brazo derecho, por lo que caminaba con dificultad y necesitaba un bastón para mantener el equilibrio.

La misma noche que le dieron el alta del hospital, ya en su casa, vino Anás, con quien tuvo un altercado y por el que Santiago luego le confesó a un amigo que tenía miedo de lo que el chico pudiera hacerle.

Modelo similar a la linterna con la que mataron a Santiago

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Sus peores augurios se consumaron fatídicamente la madrugada del 23 de febrero. Hacia las dos y media, la pareja de Anás, que veinte días antes había cumplido 17 años, acompañó a su pareja al departamento de Santiago. Aprovecharon que el portal siempre estaba abierto para entrar, subir a la casa y acuerdan cómo sorprenderían al hombreTocó el timbre, Santiago abrió la puerta con confianza y se dirigió hacia su dormitorio, imaginando que venía a comprar droga.

Cuando estaba de espaldas, ella y Annas se abalanzaron sobre él, quien no tuvo tiempo de reaccionar. Con una linterna Taser lo golpearon repetidas veces en la cabeza hasta que Santiago cayó al suelo, donde continuaron aplastándole el cráneo, mientras recibía descargas eléctricas en la cara y en la boca, que al contacto con la saliva provocaba fibrilación ventricular con paro cardíaco.

Anás y su compañero no se detuvieron. Para garantizar “el éxito de su acción letal”, Según consta en la sentencia, dejaron el dispositivo Taser dentro de la boca de Santiago, rompiéndole el frenillo de la lengua, que se enrolló y obstruyó completamente su faringe. El arma homicida fue marca y modelo Heavy Duty Stun Gun Tipo 1108, con un largo de 24 centímetros, un diámetro de 4,5 en un extremo y tres centímetros en el opuesto.

Ya fallecido Santiago, el matrimonio registró su dormitorio, desde donde Se llevaron una escopeta y un bolso donde la víctima guardaba droga antes de darse a la fuga. Se refugiaron en una finca del pueblo dedicada a la equitación y entregaron a un trabajador la escopeta y una bolsa, en la que estaban la ropa de Anás y el bolso.

La bolsa fue encontrada más tarde. en un contenedor de residuos orgánicos en la calle Serranillos de Carranque, a cuatro kilómetros del departamento donde habían asesinado a Santiago. También apareció la escopeta, que estaba envuelta en una manta junto al tronco de un árbol entre la carretera de Serranillos y la calle Cebadero. Se encontraba aproximadamente a un kilómetro de la casa familiar donde Annas fue detenido el 16 de junio, el mismo día que su pareja. Ella, menor de edad, estuvo recluida provisionalmente en régimen cerrado durante un mes y medio, mientras él permanecía encarcelado.

Liberado, Anás fue detenido de nuevo el 20 de octubre de ese año tras los peritajes (huellas dactilares, ADN y sangre) aportados por la Guardia Civil. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Toledo ordenó su libertad semanas después, el 1 de diciembre. Actualmente, ‘el Lanas’ deberá presentarse cada semana, el primer día hábil, en el Juzgado de Instrucción número 6 de Illescas.

En cuanto a Redouan, el hombre a quien le entregó el arma y el bolso, está siendo investigado por un delito de encubrimiento en el asesinato de Santiago, como todos sabían.

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