Chivite apuesta por «la pluralidad y el diálogo» en un debate marcado por las críticas de UPN y Bildu


A las 9.30 horas, en pleno puente de agosto, ha comenzado en el Parlamento de Navarra el debate de investidura del líder del Partido Socialista de Navarra (PSN), María Chivitaque espera revalidar el cargo de presidente de la Comunidad Foral en segunda vuelta, cuando sólo se necesita mayoría simple.

Chivite ha tomado la palabra, durante algo menos de una hora, para defender los ejes de su Gobierno, incluidos en el acuerdo alcanzado con las formaciones Geroa Bai y Contigo-Zurekin, a las que ha agradecido su “arduo trabajo”, señalando que “bien hay lo que bien acaba».

El candidato a la Presidencia de Navarra ha afirmado ser “el progresista más votado” y, por tanto, el mejor para formar un Ejecutivo regional contra la “involución”, a su juicio, de “formaciones de derecha”, instaladas en “el negacionismo de la violencia de género y el cambio climático”. “La ciudadanía ha votado por la convivencia, el respeto, la integración de la pluralidad, salir adelante”, afirmó Chivite, quien destacó la “pluralidad” como “una oportunidad y no como un problema”, siempre ligada al “diálogo”.

El gobierno anterior ya ha demostrado que se puede gobernar en minoría parlamentaria si se utiliza el diálogo con sentido común”, dijo el socialista, deseando que “ojalá haya más y más en los acuerdos”. “Hago un llamado a esta Cámara para que sea el mejor ejemplo de diálogo, seamos el mejor ejemplo de cómo convive la pluralidad”, insistió.

Durante su intervención, Chivite ha enumerado varias de las medidas que pretenden impulsar, situando como prioridades “el acceso a una vivienda digna, la mejora de los mecanismos para articular políticas que reduzcan la desigualdad”, “con la paz y la convivencia siempre en la cúspide de las políticas”. y “dar la mayor respeto por el euskera». Asimismo, ha destacado la importancia de aprobar una ley de salud autonómica, donde “también se aborden los retos de la salud mental”, así como elaborar “un plan de reindustrialización y de mejora de la competitividad del tejido industrial que genere empleo de calidad”. .

“La igualdad es y será nuestra bandera, más que nunca este gobierno va a trabajar por los derechos de las mujeres, el empoderamiento, no vamos a consentir ni un paso atrás”, agregó, y anunció que construirán un centro integral contra la sexualidad. violencia . “Somos un ejemplo de solvencia, confianza y buena gestión”, ha afirmado Chivite, visiblemente emocionada, recordando sus cuatro años al frente del Gobierno de Navarra. “El entendimiento trasciende las ideologías cuando hay un interés superior: que Navarra lo haga bien”.

“No seremos tu salvavidas”

El primero en intervenir después de que el líder socialista haya sido Javier Esparzapresidente de la Unión del Pueblo Navarro (UPN), que ha reprochado a Chivite la situación de Volkswagen, acusándola de haber “traicionado” a los trabajadores al no exigir a la empresa “el compromiso laboral en Navarra”.

Esparza, sin embargo, pese a sus duras críticas, ha asegurado que sus parlamentarios apoyarán esas medidas que son buenos para navarra –“haciendo oídos sordos a las inhabilitaciones”, ha afirmado–, aunque insistiendo en que “no serán el salvavidas” de los socialistas cuando sus parejas les abandonen. Por eso, desde UPN mantienen “la mano tendida”, aunque Chivite prefiere “pactar con Bildu”.

Chivite dará una respuesta conjunta a todos los grupos, aunque el portavoz del PSN, Ramón AlzorrizHa dedicado gran parte de su discurso a responder a las críticas de UPN, asegurando que lo importante es dejar “sin efecto” a la derecha. “Él es el claro perdedor”, espetó a Esparza, acusándolo de haber llevado a cabo “la destrucción de la derecha navarra” y de “no haber querido dialogar, sino hacer política de salón”.

“esenciales”

Por su parte, la portavoz de EH Bildu en Navarra, laura aznal, ha afirmado que su formación “sigue siendo fundamental” y que “no es casualidad que hayan ganado mayor peso en la aritmética parlamentaria”, convirtiéndose en la tercera fuerza política de Navarra. Ha recordado las medidas conseguidas con su apoyo estos cuatro años, aunque con criticas al tripartito por cómo se han llevado a cabo las negociaciones para esta nueva legislatura.

«En la guerra de butacas que hemos visto no ha habido debate en torno a las ideas, no sabemos si compartís proyecto. Qué pasaría si Bildu hubiera exigido cabildos, si hubiésemos impuesto un veto. No siempre se puede cargar con toda la responsabilidad sobre nuestras espaldas”, ha afirmado Aznal, quien, sin embargo, se ha mostrado feliz de llevar la derecha a la “irrelevancia política”. “Una cosa es la investidura y otra la legislatura, no basta para parar a la derecha”, insistió.

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