El tercer fin de semana del 47º Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro está protagonizado por la dramaturga, directora de número, actriz y maestra Laila Ripoll, que ha acudido a la rueda prensa celebrada en el Parador de la ciudad anejo al resto de compañías que muestran sus nuevos trabajos en estos días. «Es un fin de semana muy peculiar», ha afirmado en el acto Irene Pardo, la directora del certamen: «Quiero homenajear a ese espíritu de compañía, de hacer las cosas desde el corazón y con ilusión, y asimismo a esa responsabilidad que recae en las compañías privadas que llenan las salas de este país de teatro clásico».
«Entre introvertida y tímida, no sé qué soy más», le ha respondido Laila Ripoll, que se ha explicado así: «Lo estoy pasando pésimo y al mismo tiempo estoy muy agradecida y lo estoy disfrutando». El homenaje se celebrará este domingo en el Corral de Comedias, con la presencia de colegas de profesión, de su religiosa —la actriz Concha Cuetos– y de numerosos amigos.
Ripoll, que es por otra parte la comisaria de la exposición ‘Calderón, un atmósfera imaginado. Cuatro siglos de plástica teatral’, asimismo presenta este fin de semana en la Casa Palacio de Juan Hedler el espectáculo ‘Una humilde propuesta’, de Jonathan Swift, protagonizado por Mariano Lorente, presente en la rueda de prensa. «Mariano me dijo que tenía muchas ganas de hacer un monólogo y le propuse que se leyera este».
Lorente señala que la propuesta del título «la hace Swift en su época para consumir con la inmensa pobreza que le rodea». «El mensaje es tan universal que sigue estando válido: esta sátira solo se puede escribir desde la desesperación de ver el mundo que te rodea». Adicionalmente, ha destacado que se tráfico de «una especie de conferencia» que han convertido en «una conferencia gastronómica, en un momento en que la incorporación restauración está de moda». Y concluye: «Tiene mucho sentido del humor y mucha mala calostro».
Los bufones y el clásico
Por otro banda, este viernes se celebrará en el Corral de Comedias el estreno categórico de ‘Guitón Onofre (El pícaro perdido)’, una desafío que surge de la complicidad y el cariño al Siglo de Oro y al teatro», ha anunciado Irene Pardo: se tráfico de la acondicionamiento de una novelística casi desaparecida de un autor muy poco conocido, Gregorio González.
«Nace de un descubrimiento personal», ha rememorado Pepe Viyuela, su protagonista y coadaptador. «Mi ignorancia supina tiene el aliciente de que voy descubriendo cosas», bromea, «y este uno de esos casos. Un guitón es un pícaro, un cargador, un activo, alguno que prefiere robar a pedir porque le parece más digno», ha explicado el actor.
Viyuela ha admitido que el protagonista «pisa las manos y las cabezas que hagan desliz para conseguir lo que ambiciona: primero engullir —que se le comprende—, pero luego sigue». «Es un texto que pone sobre la mesa cuestiones que están muy calientes» como, por ejemplo, «la usurpación de identidades y el robo de datos».
En ese mismo sentido, Luis d’Ors, director de la función, subraya que «como decía Teresa de Calcuta, no hay hombres malos sino hombres con heridas sin cicatrizar» y recuerda que para balbucir del plan Viyuela le llevó al Museo del Prado, hasta uno de los bufones de Velázquez: «Mira, ese podría ser el guitón, un personaje poliédrico, alguno que asimismo puede ser tierno y que podríamos comprender».
Otro de los títulos que se representan este fin de semana es ‘Las locuras por el veraneo’, de Carlo Goldoni, dirigida por Eduardo Vasco, «a quien asimismo tenemos explotado», ha bromeado Irene Pardo excusando su partida en la rueda de prensa al coincidir con su billete en las Jornadas de Teatro Clásico.
Una de sus actrices, Elena Rayos, ha asegurado que se tráfico de una comedia «de gran sensibilidad y humanidad». «Una grupo prepara las maletas para el veraneo pero rápidamente descubrimos que están arruinados y que necesitan pedir hacienda para poder parecer». «Aquí aparece la sensibilidad y la humanidad de Goldoni», explica Rayos: «Podría contarlo como una cuento y lo plantea como una crítica social ajena a los títulos de la época en la que, por otra parte. presenta a la mujer en plano de igualdad».
Finalmente, desde la Sala Verdi de Montevideo (Uruguay) llega al Teatro Municipal ‘La venganza de Tamar’, de Tirso de Molina, dirigida por Chepe Irisity, que vive su expedición a Almagro como «un honor y un privilegio con todas las humanidades y todas las imágenes posibles». «Nuestro perito de verso en la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático nos decía: ‘Tirso escribió estos textos para ustedes’. Y ahora que estoy aquí me doy cuenta de que es verdad, que lo escribió para nosotros y para mucha masa más», ha destacado.
Irisity ha desvelado asimismo que, aunque el texto diferente está escrito para 16 personajes, ellos juegan con tres actores y un músico. ¿Cómo lo han rematado? «Con soluciones de cartoon y potenciando el serie, con compromiso y con bienquerencia».