Joaquín Ferrándiz, el asesino en serie que mató a cinco mujeres en Castellón entre 1995 y 1996, ya está en la calle. Tras cumplir 25 años de prisión, ha salido esta mañana del centro penitenciario de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) con mascarilla, gafas de sol y una gorra negra para ocultar su rostro. Afuera, un taxi lo estaba esperando.
A preguntas de los medios de comunicación que le esperaban a su salida de la prisión, Ferrándiz, que ahora tiene 60 años, ha explicado que “no volveré nunca a Castellón por respeto a las víctimas”. Asimismo, ha indicado su intención de marcharse “al extranjero para no molestar a nadie” y rehacer su vida.
Me voy al extranjero para no molestar a nadie y rehacer mi vida.
También es cierto que, según la sentencia, tiene prohibido ir o residir -durante los próximos 5 años- en las tres localidades donde cometió los delitos (Castelló de la Plana, Benicàssim y Onda).
El autor confeso de los crímenes ha respondido que “por supuesto” se arrepiente de su actuación y que en su día ya pidió perdón a las víctimas. Sin embargo, Ferrándiz ha buscado rápidamente el taxi para evitar más preguntas.
Asegura que se arrepiente de lo que hizo y que ya se disculpó con las víctimas
El ahora excarcelado asesinó a cinco mujeres en Castelló entre 1995 y 1996: Sonia Rubio, Natalia Archelós, Mercedes Vélez, Francisca Salas y Amelia Sandra. Todos ellos pasaron por la misma prueba; fueron violadas, estranguladas y, en algunos casos, golpeadas con un objeto contundente.
En 1989 ya había sido condenado a 14 años de prisión por abuso sexual. Sin embargo, en mayo de 1995 obtuvo la libertad condicional y poco después comenzaron sus andanzas como asesino en serie que asustó a Castellón con cinco delitos contra la mujer.
Noticia publicada en torrevieja news today en octubre de 1998
Por eso, durante el juicio por la muerte de las cinco mujeres, el fiscal solicitó que se condene al Estado como responsabilidad civil subsidiaria.
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